Ayer por la noche se aprecio una atractiva presentación de la compañía “Pájaro de nube” la cita fue en el teatro “Raúl Gamboa” a las 8:30 PM. El enlace fue inmediato, en cuanto los presentes ponían un pie dentro de la sala del teatro; se entraba a una nebulosa creada por piedra lumbre, como parte de un todo el olor característico esta.
La puesta en escena se destaca especialmente por desarrollar la técnica butoh, aunque en un sentido completamente distinto al que estamos acostumbrados, ya que no indaga en lo grotesco. Aquí el trabajo de la intérprete se complementa con movimientos de títeres para llevarnos en un viaje del alma hacia nuevas sensaciones y fenómenos.
Los movimientos son extremadamente lentos y coordinados con la cabeza, muñecas, piernas y tobillos, los ojos abiertos y expresando una emoción de alegría o pena, enojo o placidez. La explotación de los sentidos; con movimientos firmes se cubrían los ojos, oídos, el mismo rostro; hasta la exaltación del personaje, con las manos el pubis y la sorpresa de encontrarlo, de repente un alto.
De fondo la música y los sonidos incidentales, que mezcladas con la escenografía y el contexto mismo en el teatro nos llevaban al ambiente más tétrico posible, las bailarinas pálidas de rostro y cuerpo, una muñeca guiada por una bailarina. Y otra bailarina sin cabeza que nos trae música y con su diminuto cuerpo de madera. Con lúgubre iluminación, árboles raquíticos matizados con iluminación enclenque azul, gris casi dispersa.
El cierre con una caja musical bañada por un hilo de luz, con el electro cardiaco de la música que se apaga.
La puesta en escena se destaca especialmente por desarrollar la técnica butoh, aunque en un sentido completamente distinto al que estamos acostumbrados, ya que no indaga en lo grotesco. Aquí el trabajo de la intérprete se complementa con movimientos de títeres para llevarnos en un viaje del alma hacia nuevas sensaciones y fenómenos.
Los movimientos son extremadamente lentos y coordinados con la cabeza, muñecas, piernas y tobillos, los ojos abiertos y expresando una emoción de alegría o pena, enojo o placidez. La explotación de los sentidos; con movimientos firmes se cubrían los ojos, oídos, el mismo rostro; hasta la exaltación del personaje, con las manos el pubis y la sorpresa de encontrarlo, de repente un alto.
De fondo la música y los sonidos incidentales, que mezcladas con la escenografía y el contexto mismo en el teatro nos llevaban al ambiente más tétrico posible, las bailarinas pálidas de rostro y cuerpo, una muñeca guiada por una bailarina. Y otra bailarina sin cabeza que nos trae música y con su diminuto cuerpo de madera. Con lúgubre iluminación, árboles raquíticos matizados con iluminación enclenque azul, gris casi dispersa.
El cierre con una caja musical bañada por un hilo de luz, con el electro cardiaco de la música que se apaga.
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