Interesantes, preciosas, muy buenas, irreales... estas fueron algunas de las opiniones de quienes tuvieron el agrado de presenciar la exposición Espacio Fragmentado que fue inaugurada la tarde de ayer en el Centro de Difusión Cultural Raúl Gamboa del IPBA.
Con el tema del desierto los pintores Rodrigo Meneses y Eliza Urías Carlos, los Fotógrafos Ramón Portales y Juan Pablo Meneses, y el videoasta Martín Dávalos conjuntaron sus talentos para lograr esta maravillosa exposición, invadida de cactus, calor y arena.
Jóvenes entusiastas, que reflexionando y dejándose cautivar cada vez más por el desierto, deciden comenzar a montar sus obras por separado para mostrarlas a los habitantes del desierto, hasta que un día descubren que todos estaban trabajando con la misma temática, el desierto, es ahí cuando deciden juntarse y traer para todos nosotros esta exposición multidisciplinaria de gran calidad.
Sus fotografías y pinturas están inspiradas en el desierto del Altiplano Potosino; zonas como Matehuala, Real de Catorce, Guadalcázar y la Zona baja del Desierto fueron los lugares propicios para desarrollar esta admirable colección a la cual algunos de ellos le dedicaron más de 4 años.
Todos comentaron sentirse muy bien, satisfechos, contentos y cansados, al preguntarles si tienen planes juntos para próximos proyectos, la mayoría contesto que si, pero por separado, a diferencia de Elisa Urías, que entre risas nos dijo: ¡ya no nos queremos ni ver! debido al largo tiempo que pasaron juntos concretando esta colección.
“El Desierto esta lleno de vida, desierto habitado por un Dios que hace mirar a través de la noche. Poblado por viejos tejedores de lechuguilla, por retirados cultivadores del guayule...
Anidado por la belleza del correcaminos, los coyotes, los conejos, las hormigas y serpientes”.
Pedro Reygadas
Con el tema del desierto los pintores Rodrigo Meneses y Eliza Urías Carlos, los Fotógrafos Ramón Portales y Juan Pablo Meneses, y el videoasta Martín Dávalos conjuntaron sus talentos para lograr esta maravillosa exposición, invadida de cactus, calor y arena.
Jóvenes entusiastas, que reflexionando y dejándose cautivar cada vez más por el desierto, deciden comenzar a montar sus obras por separado para mostrarlas a los habitantes del desierto, hasta que un día descubren que todos estaban trabajando con la misma temática, el desierto, es ahí cuando deciden juntarse y traer para todos nosotros esta exposición multidisciplinaria de gran calidad.
Sus fotografías y pinturas están inspiradas en el desierto del Altiplano Potosino; zonas como Matehuala, Real de Catorce, Guadalcázar y la Zona baja del Desierto fueron los lugares propicios para desarrollar esta admirable colección a la cual algunos de ellos le dedicaron más de 4 años.
Todos comentaron sentirse muy bien, satisfechos, contentos y cansados, al preguntarles si tienen planes juntos para próximos proyectos, la mayoría contesto que si, pero por separado, a diferencia de Elisa Urías, que entre risas nos dijo: ¡ya no nos queremos ni ver! debido al largo tiempo que pasaron juntos concretando esta colección.
“El Desierto esta lleno de vida, desierto habitado por un Dios que hace mirar a través de la noche. Poblado por viejos tejedores de lechuguilla, por retirados cultivadores del guayule...
Anidado por la belleza del correcaminos, los coyotes, los conejos, las hormigas y serpientes”.
Pedro Reygadas
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